Mi Viaje
La primera quincena del mes de agosto me fui de vacaciones a un pequeño pueblo de Almería llamado Vera.
Fui con mi madre, mi hermana y mis primos y me alojé en un apartamento de una urbanización con piscina, pista de tenis, de pádel, gimnasio, spa... La casa no era muy grande pero era muy cómoda, con tres habitaciones, dos baños, un salón muy espacioso, una cocina y por último lo más bonito de la casa era la terraza donde desayunábamos y cenábamos de vez en cuando y que tenía unas vistas a una de las piscinas de la urbanización.
A las mañanas nos preparábamos para ir a la piscina y estábamos allí hasta la hora de comer. A las tardes después de la siesta, nos íbamos a visitar pueblos de alrededor como por ejemplo Mojácar, El Puerto y algunos más, el que a mí más me gustó fue Mojacar, que es un pueblo situado en una montaña todas sus casas son de color blanco. Por las noches iluminan todo el pueblo y desde abajo es precioso verlo.
A veces también salíamos a las noches para dar una vuelta y cenar en los restaurantes de las playas. A media noche nos volvíamos al apartamento, pero uno de esos días llegamos al apartamento y nos dimos cuenta de que no teníamos las llaves. Tuvimos que llamar al encargado de las casas, pero no nos cogía el telefono y tuvimos que andar 300 metros más o menos para llegar al punto de información para que nos dejara las llaves.
En definitiva me lo pasé muy bién y me reí muchisímo.
Fui con mi madre, mi hermana y mis primos y me alojé en un apartamento de una urbanización con piscina, pista de tenis, de pádel, gimnasio, spa... La casa no era muy grande pero era muy cómoda, con tres habitaciones, dos baños, un salón muy espacioso, una cocina y por último lo más bonito de la casa era la terraza donde desayunábamos y cenábamos de vez en cuando y que tenía unas vistas a una de las piscinas de la urbanización.
A las mañanas nos preparábamos para ir a la piscina y estábamos allí hasta la hora de comer. A las tardes después de la siesta, nos íbamos a visitar pueblos de alrededor como por ejemplo Mojácar, El Puerto y algunos más, el que a mí más me gustó fue Mojacar, que es un pueblo situado en una montaña todas sus casas son de color blanco. Por las noches iluminan todo el pueblo y desde abajo es precioso verlo.
A veces también salíamos a las noches para dar una vuelta y cenar en los restaurantes de las playas. A media noche nos volvíamos al apartamento, pero uno de esos días llegamos al apartamento y nos dimos cuenta de que no teníamos las llaves. Tuvimos que llamar al encargado de las casas, pero no nos cogía el telefono y tuvimos que andar 300 metros más o menos para llegar al punto de información para que nos dejara las llaves.
En definitiva me lo pasé muy bién y me reí muchisímo.